Anthony van Dyck (1599 - 1641), pintor barroco, es después de Rubens, el máximo representante de la escuela flamenca, gracias a su faceta como exquisito retratista. El hecho de que fuera miembro del taller de Rubens no supuso un gran cambio en su estilo, pues su personalidad artística ya estaba fuertemente consolidada. Durante su viaje por Italia estudió a los grandes maestros renacentistas, especialmente Tiziano.
Su estancia en la corte de Carlos I de Inglaterra acabó de conformar su estilo, pues tuvo que adecuarse a las exigencias de la clientela regia y nobiliaria. Este retrato de Carlos I, verdadero homenaje a la realeza, presenta al monarca casi de perfil, en actitud altiva tras descabalgar.