El artista recibió siete encargos de cartones, en cuyas composiciones
reflejó la diversidad del pueblo en escenas llenas de alegría y
animadas por las diversiones, los juegos, los niños y las fiestas, pero
también de violencia, engaños y tristeza, donde el deseo y la seducción
actúan como trasfondo de la vida. Goya consigue una gran variedad de
sentimientos por su extraordinaria capacidad para captar la riqueza de
los tipos humanos, los diferentes atuendos masculinos y femeninos y la
sugerencia de infinitas situaciones.En esta exposición se conjugan los cartones de Goya con los de otros artistas y se exhiben pinturas y esculturas que le sirvieron de modelo para sus creaciones llenas de novedades. Unos cartones de tapices, que Goya no concibió como pintura secundaria sino como invención metafórica de la sociedad, encontrando en ellos el camino de creaciones posteriores con las que alcanzó la fama, como los aguafuertes de los Capricho.